Al reflexionar sobre mi experiencia en el coro mientras crecía y cómo interactuaba con la música en ese entonces, me di cuenta de que perdimos muchas oportunidades para aprender en profundidad sobre la música que estábamos cantando. La falta de tiempo para ir más allá de la partitura siempre fue, y sigue siendo, un gran incoveniente Pero, la música toma otro significado despues de una experiencia tan traumática como la que estamos viviendo.
Como resultado del movimiento actual de lucha por los derechos civiles de la comunidad afroamericana, muchos maestros hemos comenzado a hablar sobre cómo abordaremos la planificación y la enseñanza de nuestros programas de ahora en adelante. Todos estamos desarrollando mayor conciencia de la música que presentamos a nuestros estudiantes y un profundo deseo de proveer oportunidades más equitativas para cantar música de compositores y estilos poco representados.
Este año, planeo hacer mi preparación de verano de manera diferente. Primero, pediré la colaboración de mis colegas. Luego, visitaré fuentes primarias para investigar sobre los antecedentes de las piezas. Finalmente, reflexionaré sobre mis prácticas y experiencias personales.
Como afrolatina que creció en la República Dominicana, casi toda la música que recuerdo cantar era el repertorio coral tradicional eurocentrista y latinoamericano. Sé que cantamos algunos espirituales porque recuerdo mi dificultad con la pronunciación en inglés y disfrutar la energía que despertaba en nuestro grupo el cantar esta música. Pero, tristemente no recuerdo ninguna pieza en particular. Eso me dice cuán superficiales fuimos en nuestro estudio de la música y qué poca atención prestamos a aprender el trasfondo de la pieza. El problema con la falta de tiempo otra vez.
Como sólo puedo hablar desde mi experiencia como afrolatina, me gustaría compartir algunas piezas que hablan de la africanidad en latinoamerica y algunos recursos que estoy usando para seleccionar música que represente a la comunidad afroamericana.
Una de las piezas corales que me trae bonitos recuerdos es la canción de cuna "Duerme negrito". Esta canción de cuna fue documentada por el argentino Atahualpa Yupanqui durante sus viajes por América-Latina. Se cree que esta canción de cuna se originó en la frontera entre Venezuela y Colombia.
La historia se cuenta desde la perspectiva de quién está a cargo del cuidado del bebé mientras su mamá trabaja en el campo. En este contexto, "Negrito" se usa como un término de cariño y en esta historia la persona a cargo del niño es probablemente un hermano/a mayor, que le está diciendo al bebé que si se duerme, mamá le traerá muchas cosas deliciosas; pero también le está enseñando al bebé cómo se debe temer al hombre blanco, el patrón. Revisen el arreglo hecho por Emilio Sole SSAA también disponible en SSATB.
También recuerdo cantar la conocida pieza "Nigra sum" SSA o TTB del Catalán Pablo Casals. Después de mudarse al Caribe durante la guerra civil española, Casals continuó creando música que representaba su entorno. "Nigra Sum" está escrito en latín e inspirado en un texto bíblico.
Soy negra pero bonita
Oh hijas de Jerusalén.
Por eso el Rey me eligió
y me trajo a sus aposentos
y me dijo
“Levántate y ven, amiga mía.
Por lo tanto, el invierno ha pasado;
La lluvia ha terminado y se ha ido.
Las flores aparecen en la tierra;
ha llegado el momento de la renovación ".
Aleluya.
Este texto explora la idea de mirar el color de piel negro de la persona como parte de su identidad con aceptación y su valor ante los ojos de Dios.
Otra pieza que toca la identidad africana en la comunidad latina es la tradicional canción mexicana de mariachi "El son de la negra". Una vez más, el término "negra" aquí se usa como un término de cariño. Siempre recordaré a mis padres llamándose el uno al otro amorosamente "negra" y "negro". Aunque, mis padres fueron una pareja de raza mixta, pero esa es una historia para otro momento.
"El son de la negra" es tan popular en la cultura mexicana que a menudo se le considera como el "segundo himno nacional". El único arreglo que puedo encontrar, publicado en los Estados Unidos, es de José Hernández para Hal Leonard para la banda de mariachi con una parte vocal. Pero ME ENCANTA esta versión coral que encontré en youtube. Me encantaría comprar su octavo.
En preparación para enseñar la música afroamericana, estos son los recursos que planeo usar junto con un enfoque diferente al enseñarla. Le pregunté a mis colegas qué estaban pensando y algunas de las ideas fueron dedicar un concierto completo a la música de los compositores afroamericanos. Preferiblemente no durante febrero. Otra idea es, hacer que los estudiantes investiguen sobre las piezas y escriban las notas del programa.
Yo visito estos lugares en línea para educar mi proceso de selección de música The Spiritual Project y recientemente el Dr. Marques L. A. Garrett creó esta lista muy completa de música coral de compositores afroamericanos no idiomática.
Siempre motivo a mis alumnos a usar fuentes primarias para su investigación, por lo que probablemente comenzarán aquí la canción afroamericana. Enseño los grados K-5, por lo tanto, este sitio es un excelente comienzo para ellos.
En busca de inspiración, he estado escuchando “We Are Americans, Praise the Lord”, “I Ain't Got Nobody” con letras de Roger Graham y música de Spencen Williams, The Seven Last Words of the Unarmed por Joel Thompson, Nigra sum Sed Formosa por Jonathan Woody, y este poema “Me Gritaron Negra” de la coreógrafa, compositora y activista afroperuana Victoria Santa Cruz.
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